La atención a la diversidad, clave desde los 4 meses
Gracias al avance de las neurociencias se ha podido profundizar en el estudio del desarrollo infantil y actualmente se considera que lo que sucede en los primeros años de la infancia es determinante para el desarrollo de etapas posteriores. Por lo tanto, atender a los niños y niñas de entre 4 meses y 5 años supone una gran responsabilidad y requiere de una intervención interdisciplinar y preventiva que permita atender las necesidades de todos los alumnos, no solo a los que presentan alguna dificultad, para lograr el desarrollo de su potencial y conseguir la mejor integración escolar y social.
La atención a la diversidad, muy especialmente en edades tempranas, supone conocer al niño desde diferentes disciplinas como la biología, neurología, psicología, pedagogía y la antropología. Estudiar los procesos de desarrollo infantil desde cada uno de estos ámbitos permite ejercer las funciones docentes con máxima eficacia.
Ser un profesional de la educación infantil, desde el punto de vista de atención a la diversidad, implica entre otras cuestiones, saber prevenir, detectar e intervenir.
El reto está en aplicar las medidas de intervención adecuadas desde la inclusión. Todos los niños, con sus fortalezas y sus debilidades tienen derecho al aprendizaje, para conseguirlo es imprescindible adaptar el sistema educativo a los alumnos y no los alumnos al sistema.
El Ciclo Formativo de Grado Superior en Educación Infantil de Institució Familiar d’Educació nace, entre otros objetivos, para dar respuesta a ese reto; para formar y acompañar a los futuros profesionales de guardería e Infantil en la adquisición de las competencias para cubrir las necesidades de sus alumnos y forjar profesionales comprometidos con su labor.
En Infantil Dual de Institució se combinarán las metodologías didácticas más avanzadas con el desarrollo de diversos ámbitos, muy propios de nuestro proyecto educativo, como, por ejemplo: el arte y la creatividad, la atención a la diversidad y el inglés. Además, los alumnos dispondrán de un programa formativo que les ayudará a adquirir diferentes habilidades y competencias personales, sociales y profesionales altamente solicitadas por las entidades educativas y las empresas.
Una escuela inclusiva requiere del diseño y planificación de estrategias de instrucción individualizadas que atiendan a las necesidades de cada uno de los alumnos del aula. Partir de las fortalezas y no de las discapacidades o dificultades, permite reducir las barreras al aprendizaje.
La educación inclusiva es un proceso de transformación de la escuela, especialmente de la escuela infantil. Tenemos el reto de lograr una oferta educativa de calidad, universal y sin exclusiones desde la más temprana edad y para conseguirlo necesitamos de nuevos profesionales, de gente preparada, técnicamente capacitada y dispuesta a ser referente en el nuevo paradigma educativo.
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