5 secretos de un educador

¿Existe una pedagogía infalible? ¿Cuáles son los secretos de un buen educador?

Las habilidades de un buen educador tienen una parte innata o natural, pero siempre es posible desarrollarlas y mejorarlas con la práctica. La experiencia alimenta al educador, pues sabe aprovechar los aprendizajes que se producen a lo largo de toda la vida. ¡Vamos a desvelar esos secretos uno por uno!

Primer secreto: La Empatía. Se trata de la capacidad de conocer e interpretar el sentir de los otros. Un educador empático sabe cómo personalizar su mensaje y llegar más lejos con cada uno de sus alumnos. La empatía sirve para adaptarse al otro y sacar así lo mejor de él mismo.

Segundo secreto: La Alegría. La educación es una profesión muy gratificante y la relación con los alumnos es fuente de alegría. A veces el camino puede ser más arduo, pero un buen educador sabe sobreponerse y volver a ver el lado positivo para tirar adelante. La alegría entonces no es un mero sentimiento, sino también una elección. Las risas entre compañeros y en las clases ayudan a aprender mejor.

Tercer secreto: La Paciencia. Ayuda a ver con perspectiva el progreso de los alumnos. Las prisas no son nunca buenas consejeras: la buena educación es una tarea de fuego lento, pero que llega lejos.

Cuarto secreto: La Humildad. María Montessori alaba esta virtud, opuesta a la soberbia del que piensa que los progresos de los educandos son resultado de la acción del maestro.

Quinto secreto: El Trabajo en equipo. Porque nunca educamos en solitario, siempre hay una comunidad que educa, formada por padres, maestros, amigos, etc. Si vamos todos en la misma dirección, mucho mejor.

Autora: Margarita Vélez

Llicenciada en Ciencias Económicas y Empresariales (UCM). Máster en formación de profesorado de Educación Secundaria. Directora de La Farga Infantil (2017-2020) Coordinadora de Iniciativa Emprendedora del Ciclo Formativo de Grado Superior de Educación Infantil de Institució Dual.